Pirotecnia verbal, puntería policial y aplauso vecinal
12 de marzo de 2018Por Esteban Rodríguez Alzueta* A las palabras no se las lleva el viento y tampoco caen en saco roto. Hay palabras que no son inocentes, que tienen la capacidad de provocar y hacer daño. Cuando la palabra del funcionario se junta con la acción del policía su desenlace no será pacífico. No importa que estemos en Buenos Aires o en Tucumán, un ministro nacional habla para todas las provincias.Las declaraciones del funcionario sobredeterminan aquellas prácticas que, en última instancia, se organizaban a través de distintos rituales violentos. John Austin nos enseñó que se pueden “hacer cosas con las palabras”, que